miércoles, 14 de marzo de 2012

Kelo y su arpa

En un lejano país a la orilla de Quien Sabe Donde vive un pequeño mounstruo llamado Kelo, mide aproximadamente unos 47 centímetos, su pelo es color violeta brillante y es tan peludo que siempre dan muchas ganas de abrazarlo. Tiene enormes ojos color miel de verano, manos acolchaditas y una sonrisa perfecta, dicen que cuando le dan ataques de risa el planeta tiembla de la emoción.

Kelo es muy simpático y divertido, le encanta la lluvia, saltar en los charcos y llenarse de agua las pestañas.  Lo que más disfruta es comer cosas extrañas como palitos de azucar con jamón o pasteles de pollo con cobertura de chocolate, dice que si su pancita está contenta, él está contento y que para eso es necesario siempre mezclar la sal con el azúcar, es la combinación perfecta.

En las tardes Kelo asiste a clases de música, le encanta tocar el arpa de viento y componer nuevas melodías, cada vez que sus dedos tocan las cuerdas, salen chispas de colores que hacen q todo se vea diferente, las nubes de vuelven de algodón de azúcar, el piso se convierte en un inmenso tapete de flores y el viento va de un lado a otro llevando sonrisas.  Kelo siente que la música es el mejor camino para ser feliz.

Todas las noches cuando llega a su casa de árbol ubicada en una inmensa sequoia de 110 metros de altura,  Kelo practica durante dos horas nuevas melódías es su arpa de viento, él quiere participar en el festival musical de Quien Sabe Donde y está preparando un gran espectáculo mágico.  Tocará dos melodías, una inspirada en su familia mounstruo que vive en Nunca Jamás y la cual extraña mucho y la otra es una melodía muy feliz, que compuso el día que gano la medalla a "El mounstro más amigable". 

Después de ensayar durante todo el verano, llegó el otoño y el festival musical ya va a empezar.  Se encienden las luces, caen las hojas, y Kelo está en la tarima con su linda arpa listo para empezar.  Sus dedos acolchados tocan las primeras cuerdas, todo está en un lindo silencio y depronto miles de chispas de colores empiezan a volar por todo el lugar; todos sonríen, las nubes se vuelven de algodón de azúcar, el piso es un inmenso jardín.  Ahora todos están de pie aplaudiendo a Kelo que con sus 47 cms de altura y pelos color violeta a logrado que todo un planeta sea muy feliz.