Dicen que los gatos son extraños aveces, solitarios y de pocos amigos, pero Josefo es un gatito muy especial. Es tan negro como la noche más oscura, pero suspatas son blancas como la nieve y tiene unas pocas canas que le combinan muy bien con su tono de pelo.
Le encanta jugar con una pluma colgante y su actividad preferida es meterse dentro de una bolsa de supermercado y estar atento a cualquier movimiento, creo que lo que más le gusta es el sonido inconfundible de las bolsas de plástico, ese shisssshissss que hacen cada vez que uno las toca.
Josefo es un gato bebé y por eso le gusta todos lo días descubrir nuevas cosas y nuevos lugares, como el día que descubrió que detrás de la nevera vive un ratón gris, gordito y peludo que se llama Lucho, y es un ratón muy buena onda.
Ahora Josefo y Lucho son amigos, Josefo no piensa que Lucho es comida y Lucho no tiene miedo. Cuando están solos en casa tienen mil aventuras y se pasan horas jugando dentro de dos bolsas de plástico.
Lo bueno es que ya ninguno se siente solo, mientras Josefo crece, Lucho le enseña cosas escenciales en la vida, como trepar por las cortinas para afilar las uñas, o tomar leche de su taza sin untarse los bigotes.
Todos podrán pensar que un gato y un ratón no pueden ser amigos, pero Josefo y Lucho son amigos de aventuras y todos los días se la pasan descubriendo el mundo.
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