En una casita de rejas blancas y paredes fuertes, vive una familia de lindos saltamontes. Agua Marina la mamá y Verde el papá construyeron su casita poco a poco con la ayuda de sus hijos, Violeta la hija mayor, Azucena la del medio y los mellizos Gus y Paco, como eran los chiquitos fueron los que menos ayudaron en la construcción, pero siempre llenaron la casita de alegría con tantos saltos y algarabía.
Esta familia de saltamontes es muy particular, todos trabajan unidos en la empresa familiar; fabrican el mejor arroz con leche de todo el valle, y es un arroz mágico.
Dicen los que lo han comido que el arroz con leche tiene mucha magia y que al ponerlo en la boca se siente una alegría inmensa en el alma y se ven chispas de colores. Algunos le dicen el arroz de los deseos, porque muchos sueños se han vuelto realidad después de haber comido un vasito del rico postre.
Verde el papá y los mellizos Gus y Paco son los encargados de recolectar el arroz en los campos al norte del valle, siempre hace mucho sol y por eso es necesario que lleven puestas sus gorras de algodón que les regaló su abuelita en su cumpleaños número 7. Gua y Paco siempre recolectan los granos más finos y bonitos, porque son los más mágicos.
Una vez los mellizos y el señor Verde han recogido los granos, los llevan a su casa para que Violeta y Azucena los bañen con agua de luna llena y los tuesten a la luz de una linterna que Gus se encontró tirada en el valle, y la linterna tiene un sticker de Campanita, por eso esos granitos de arroz tienen mucha magia.
Una vez limpios y tostados la mamá Agua Marina los pone en una olla de barro y los cocina a fuego lento y musical, añadiendo poco a poco la leche y un gran toque mágico al final, un par de sonrisas muestra dientes y una pizca de arcoiris.
Ahora el arroz es de colores, mágico y además delicioso. Antes de ponerlo a la venta la familia prueba un poco, y se nota que ha quedado en su punto cuando con la primera cucharada de los ojos salen chispas de colores y el corazón se siente contento.
El señor Verde carga en su carreta de palitos los vasitos con el arroz con leche y en la plaza principal todos los animalitos empiezan a llegar. A las ardillas les gusta el de color azul y a las lechuzas el morado. El preferido de las lagartijas de cola enroscada es el de color amarillo y el naranja es el que más le gusta a las mariposas monarca.
Una vez que todos los vasitos han sido vendidos la familia regresa a su casa, con una bolsita llena de monedas de chocolate y con el corazón saltando de alegría. Una vez más muchos animales han podido cumplir sus sueños y todo porque se comieron un vasito del rico, mágico y colorido arroz con leche preperado por la linda y saltarina familia de saltamontes. Y como dice el señor Verde: "cuando la familia trabaja unida, es más grande la recompensa".
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